"Cualquiera puede dominar un sufrimiento, excepto el que lo siente". Qué razón tenía William Shakespeare, poeta, actor, guionista, amante del amor y un sin fin de cosas más.
Pensando en su frase, realmente es difícil dominar y de la misma forma aparentar estar bien, cuando por dentro te estás haciendo mierda, dando lo mismo los por qués, que ni siquiera son cuestionables...
Hoy me enteré de que estás feliz, aunque debo reconocer que no esperaba menos. De alguna u otra forma así es cómo quería verte, pero jamás imaginé que iba a ir acompañado de un estado puro de amor y complicidad absoluta. Ya ha pasado un año, y creo que tal vez no debería de importarme, ni menos afectarme o preocuparme. Lastima que no todo en la vida es de un color o de otro, sino pregúntele al arcoíris...
Es tanto lo que viví contigo, tanto lo que he vivido en la vida, tanto que me queda por vivir, por caer, por pararme, por reír, sufrír, por equivocarme, que licillanamente ésta no será la excepción de superarme. Tiempo al tiempo dicen, pero ya ha pasado bastante y aún sigo esperando que pase más. Si nos damos cuenta, en el fondo, son las relaciones con las personas lo que dan sentido a la vida, sin embargo contigo pequé erróneamente. Pequé en amarte de una forma que jamás lo había hecho con nadie, pequé en aprender a quererte, a entregarme, a gozar de detalles cómo una simple caminata por un parque o una conversación sin tapujos. Pequé desde que me hicieras sonreír hasta que me prometieras cosas que por tú cabeza pensaste en cumplir. Pequé hasta en conocerte, porqué jamás pensé que la fantasía arrastrará a mí locura, cuando simplemente tenía que ser la razón quién ocupará su lugar, y es ahora cuando prefiero decir: "Olvídate del amor, prefiero los chocolates", siendo que hay cuatro preguntas valiosas en la vida y son: ¿Qué es sagrado?, ¿De qué está hecho el espíritu?, ¿Por qué vale la pena vivir? y ¿Por qué vale la pena morir?. La respuesta a las cuatro es la misma: sólo amor. Y ya no creo en ello, gracias a ti.
Pensando en su frase, realmente es difícil dominar y de la misma forma aparentar estar bien, cuando por dentro te estás haciendo mierda, dando lo mismo los por qués, que ni siquiera son cuestionables...
Hoy me enteré de que estás feliz, aunque debo reconocer que no esperaba menos. De alguna u otra forma así es cómo quería verte, pero jamás imaginé que iba a ir acompañado de un estado puro de amor y complicidad absoluta. Ya ha pasado un año, y creo que tal vez no debería de importarme, ni menos afectarme o preocuparme. Lastima que no todo en la vida es de un color o de otro, sino pregúntele al arcoíris...
Es tanto lo que viví contigo, tanto lo que he vivido en la vida, tanto que me queda por vivir, por caer, por pararme, por reír, sufrír, por equivocarme, que licillanamente ésta no será la excepción de superarme. Tiempo al tiempo dicen, pero ya ha pasado bastante y aún sigo esperando que pase más. Si nos damos cuenta, en el fondo, son las relaciones con las personas lo que dan sentido a la vida, sin embargo contigo pequé erróneamente. Pequé en amarte de una forma que jamás lo había hecho con nadie, pequé en aprender a quererte, a entregarme, a gozar de detalles cómo una simple caminata por un parque o una conversación sin tapujos. Pequé desde que me hicieras sonreír hasta que me prometieras cosas que por tú cabeza pensaste en cumplir. Pequé hasta en conocerte, porqué jamás pensé que la fantasía arrastrará a mí locura, cuando simplemente tenía que ser la razón quién ocupará su lugar, y es ahora cuando prefiero decir: "Olvídate del amor, prefiero los chocolates", siendo que hay cuatro preguntas valiosas en la vida y son: ¿Qué es sagrado?, ¿De qué está hecho el espíritu?, ¿Por qué vale la pena vivir? y ¿Por qué vale la pena morir?. La respuesta a las cuatro es la misma: sólo amor. Y ya no creo en ello, gracias a ti.