jueves, 19 de abril de 2012

Pensar que todo partió mediante un mail que decía textualmente así:


- ¡Hola Pía!. ¿Cómo andas?.  Linda foto, ¿tienes messenger para conversa ?. Un beso, ¡chau! =) -


A lo cuál respondí:


- ¡Hola!. Bien y ¿tú?. Gracias por tú mensaje, ya te agregue a msn. Estamos en contacto :) ¡cariños! -


Fué algo tan fácil cómo agregarte a una  "página social", para que te convirtieras en un ser importante.

jueves, 29 de marzo de 2012

Amo las canciones estilo...

Amo las canciones estilo “finales de películas gringas”. Una mezcla entre pop, grunge y rock; que inevitablemente hacen recordar momentos románticos del pasado, pero aunque sean tristes y dolorosos, se recuerdan con alegría, y pensamientos de superación. Un estilo Nice to know you de Incubus, que entre golpes de batería y guitarras chillonas, suelo decir en voz baja: “Fue un lindo amor…” Pero aún con pensamientos sin turbulencias, la condena persiste al momento de saber de él; ese revoltijo de estómago que no tiene explicación, que me encantaría dejar de sentir, y que me deja peor de lo que había logrado sentirme.

Fumando (como es de costumbre entre cuestionantes y problemas sin resolver) podría resumir entre tanto fracaso amoroso que... “Siempre se debe mirar hacía el futuro con la cabeza bien en alto y saber que hiciste y diste lo mejor… Que si las cosas no resultaron no fue tu culpa…” como dice Melón. 
Pero, ¿Y los pensamientos y recuerdos que quedan?. Esa maldita costumbre, esa maldita manía sadomasoquista de pensar e imaginarse como serían las cosas si no hubiese dicho o hecho tal cosa: Saber que está con otra, que quizás lo hace más feliz de lo que tú pudiste; del tiempo que ella tiene con él que no tuviste; esas llamadas por teléfono de dos horas que parecían cinco minutos; besos de perdón entre llanto y lágrimas; caminos de la mano como si nada importara más; noches ideales de luces santiaguinas recostadas con el éxtasis de estar juntos … 

“Algún día…” -Me dijo-: ¿Que haría el “Bueno” si le derrumban todo lo que tenía construido, todas esas promesas (que quién sabe si algún día se cumplirán)?, que aunque fuera un castillo sobre nubes, era habitable; fue habitable por meses, noches enteras y desayunos regaloneados. Un castillo sin horarios, sin tiempos que cumplir, un castillo que demoró dos años en ser habitado, pero que (quiera o no) está ahí, esperando por el gran caos que son juntos.
Y entre si y no: “…Goodbye, and nice to know you…” hasta que sea necesario para poder volver a amarte.

sábado, 3 de marzo de 2012

"Cualquiera puede dominar un sufrimiento, excepto el que lo siente". Qué razón tenía William Shakespeare, poeta, actor, guionista, amante del amor y un sin fin de cosas más.
Pensando en su frase, realmente es difícil dominar y de la misma forma aparentar estar bien, cuando por dentro te estás haciendo mierda, dando lo mismo los por qués, que ni siquiera son cuestionables...
Hoy me enteré de que estás feliz, aunque debo reconocer que no esperaba menos. De alguna u otra forma así es cómo quería verte, pero jamás imaginé que iba a ir acompañado de un estado puro de amor y complicidad absoluta. Ya ha pasado un año, y creo que tal vez no debería de importarme, ni menos afectarme o preocuparme. Lastima que no todo en la vida es de un color o de otro, sino pregúntele al arcoíris...
Es tanto lo que viví contigo, tanto lo que he vivido en la vida, tanto que me queda por vivir, por caer, por pararme, por reír, sufrír, por equivocarme, que licillanamente ésta no será la excepción de superarme. Tiempo al tiempo dicen, pero ya ha pasado bastante y aún sigo esperando que pase más. Si nos damos cuenta, en el fondo, son las relaciones con las personas lo que dan sentido a la vida, sin embargo contigo pequé erróneamente. Pequé en amarte de una forma que jamás lo había hecho con nadie, pequé en aprender a quererte, a entregarme, a gozar de detalles cómo una simple caminata por un parque o una conversación sin tapujos. Pequé desde que me hicieras sonreír hasta que me prometieras cosas que por tú cabeza pensaste en cumplir. Pequé hasta en conocerte, porqué jamás pensé que la fantasía arrastrará a mí locura, cuando simplemente tenía que ser la razón quién ocupará su lugar, y es ahora cuando prefiero decir: "Olvídate del amor, prefiero los chocolates", siendo que hay cuatro preguntas valiosas en la vida y son: ¿Qué es sagrado?, ¿De qué está hecho el espíritu?, ¿Por qué vale la pena vivir? y ¿Por qué vale la pena morir?. La respuesta a las cuatro es la misma: sólo amor. Y ya no creo en ello, gracias a ti.

lunes, 11 de abril de 2011

La última llamada.

Después de un tiempo me decidí a llamarlo, tal vez me quedaban cosas por decirle, por escuchar, porque él dijera. Tenía una esperanza que todo volviera a la normalidad y fuese mucho mejor que antes, pero a pesar de eso nunca fue. No buscaba datos ni saber cómo estaba, ni en qué. Sólo quería recordar, pero con él ahí sin importarme mucho la forma, ni menos el modo. 
Luego de casi un mes necesitaba algún tipo de explicación, aunque él no quisiera dármela a mí me hacía falta. Me hacía falta, falta cómo me hace él en estos momentos, pero cómo todo absolutamente todo pasa, no mañana ni pasado pero pasa, me decidí...me decidí a contrarrestar, a responderme y no cuestionarme más aunque fuese la última vez, aunque esta fuese la última llamada. Respiré hondo y sólo marque. 


- ¿Aló?.
- ¡Hola!. ¿Cómo estás?.
- Bien, ¿con quién hablo?.
- ¿Ya no reconoces mi voz?. ¿Tan fácil te olvidas de todo?. Igualmente ya no sé si te acuerdas de mí, me dijiste con tanto desdén que ya no me querías, que me olvidarías, que al parecer un mes te bastó y no te culpo. Me llamo Javiera, soy aquella a la cuál solías llamar por: "amor" y después sólo llamaste por su nombre. Soy la persona que aún piensa en tí y tal vez en demasía, que aún te extraña y tal vez ni debería, que vive de recuerdos cómo si fuera ayer, que corre del pasado y el presente la persigue, que piensa en un futuro estancado en el presente y viceversa. 
- ¡Ah!. ¿Qué es de tí?.
- Aquí estoy, tratando de estar mejor. Dándole tiempo al tiempo.
- ¿A qué te refieres?. Sabes que no me gusta que hables con claves.
- Me refiero a qué te extraño. ¿Lo encuentras raro?.
- No sé, siempre te hallé rara.
- Lo sé, pero aún así te gustaba mi locura, tal cuál cómo a mí me gustaba tú sonrisa.
- Son incomparable tales cosas.
- ¿Por qué habría de serlo?. Tú sonrisa es parte de tú forma de ser .
- A mí no me gustaba tú forma de ser, nunca la entendí y lo sabes.
- ¡Mientes!, hasta puedo apostar que la extrañas, aunque actúes con tal despotismo. ¿Sabías que yo aún siento cosas y no sé dónde dejarlas?.
- Nunca  lo supe. Olvidame y ya, ahí está la solución. Búscate otro pololo, te es fácil.
- ¿Crees que es muy fácil?. Sigues siendo el mismo estúpido de siempre. Llevo días llorándote con los ojos hinchados y que ya duelen. ¿Tenías idea de aquello?.
- ¡No te creo!.
- Ese es tú problema, que eres tan ingenuo e inseguro de tí mismo que nunca crees nada, que eres incapaz de darte cuenta de que lo esencial es invisible a los ojos como dijo El Principito.
- ¿Y por qué será?.
- Eso es independiente, tú más que nadie sabías que no podías dudar de esto porque cada beso, cada abrazo, cada "te amo", cada gesto y mucho más era de verdad. Aquellas cosas no mienten.
- No lo demostraste.
- ¿Qué no lo demostré?. ¿Me vas a decir que en estos seis meses fuiste incapaz de darte cuenta de aquello?. ¡Por dios!, no podía esperar más. Siempre te pedí que fueras capaz de mirar mas allá  y no lo hiciste.
- Jajajá, ¿más allá?. Explícate por favor, nunca entendí.
- No hay nada que entender, ¿o sí?. ¿Tanto te cuesta hacerlo?. ¿Tanto miedo tenías?.
- Bueno, filo.
- ¿Filo con qué?. ¿Filo con lo que me hiciste sentir?, ¿Filo con esos días de cine en los cuales  hasta las carteleras me llegué a saber de memoria?. ¿Filo con esas conversaciones largas y sin tapujos?. ¿Filo con esas noches en que comprábamos algo de beber y veíamos una película abrazados?. ¿Filo con las noches que pasamos juntos?. ¿Filo con las idas a McDonald's o a un Restaurant Peruano a comer?. ¿Filo con las caminatas por el Parque Forestal, con las cosquillas que te sacaban más de una sonrisa abusada y filo con esos besos tirados en el pasto?. ¿Filo con las veces que tomamos helados en El Emporio La Rosa y las veces que paseamos por el Barrio Lastarria para pasar al Centro Cultural Gabriela Mistral?. ¿Filo con los kilometros y kilometros que recorríamos hacia El Embalse El Yeso para pasar un par de horas ahí?. ¿Filo con lo que vivimos ahí?. ¿Filo con las cosas que pasaron ahí, filo con las champagñes de berries que el agua congelaba y con la espera de tomarlas conversando sentados en una roca hasta que el viento congelara nuestra cara?. ¿Filo con las idas al Cerro San Cristóbal de más de una vez?. ¿Filo con las 3:00 am en Lagunillas?. ¿Filo con lo que fuimos, así muy de la nada?. Podría seguír, pero... ¡Qué cruel eres!.
- ¿Por qué cruel?.
- ¡Lo sabes perfectamente!. Perdona si te llame, tal vez no debí molestarte. Tal vez no debí llamar para contarte que te extraño cómo te dije, que me haces falta, que me gustaba tú sonrisa, tus pestañas, tú carita de gatito, la forma en la que me abrazabas, en la que me besabas, en la que me decías: "te amo", en la que dormías, en la que despertabas, de hablarme, de enojarte, de inmiscuirte en mi hombro para darte besos en el cuello, en que concentrado manejabas el auto, en que me llevabas el desayuno a la cama, en que me decías: "Javi, me voy a duchar" y luego de hacerlo volvías a la cama a abrazarme y a darme un beso, y podría seguir, te juro que podría seguir. Fácilmente podría enumerar todo lo que me gustaba de tí, pero no saco nada. No sé que estoy haciendo, adiós.


Le corte porque me quedé ahí, atosigada con tantas palabras para decir y que en verdad ni sé si las estaba escuchando. Mi teléfono sonó al rato, era él...


- Javi, ¿Es verdad todo lo que me dijiste?.
- ¿Aún lo dudas?. Te quise cómo a nadie, esto me es nuevo y te lo comenté. Me siento vulnerable, pero tampoco quiero que sigas jugando y abusando con eso. Te dije todo lo que tenía que decirte, pero respeto tú decisión hasta hoy y aunque no me guste y tal vez no quiera, te deseo lo mejor. Sé feliz, eso es lo único que me importa y es lo ideal.
- ¡Gracias!.
- De nada, sabía que esto no podía cambiar. Me es raro, pero creo que ya no importa. Adiós.


Le corté nuevamente, y desde ahí jure olvidarle. Trato de hacerlo, pero se me hace inútil. Siempre supe que quería poder amar a alguien, pero jamás pensé hacerlo de esta manera, ni menos con él. Significo tanto, lastima que siempre lo dudo. Sólo me queda decir adiós, porque todo absolutamente todo pasa.


martes, 5 de abril de 2011

Hoy he aprendido de los ir y venir de la vida...constante vaivén. Decisiones, indecisiones. Amores, desamores. Ilusiones, desilusiones. Decepciones. Si y no. Encuentros, desencuentros. Reconciliaciones y mil de cosas más que talvez siempre conllevan a un mismo puerto. De alguna forma u otra es tan difícil vivir, o mejor dicho...se nos hace difícil vivir. Se nos hace difícil tratar de conciliar todo de una vez, y nisiquiera debería de ser así, porque tampoco se puede...no se puede vivír de amor, de felicidad, de pena y alegrías si no las vives cada una a su manera y no juntas.
Cada ser humano es diferente en esencia, cada vida es distinta. Algunas son más alocadas, algunas más despreocupadas, otras ni decir. Hay de todo, hay de personas que visten raro hasta que te miran raro. Hay personas a las cuales no les puedes decir nada porque de un grito te hacen callar, las hay de la que no te dicen nada, pero te dicen de todo a la vez. Hay vidas, hay mundos, hay personas y hay mucho más. Hay de todo y en paralelo. Cada ser humano contrarrestra con el otro. Somos todo y nada, nada y todo. Llega a ser absorvente y a veces inentendible. A mís 21 años juro que me cuesta creer que llegué a este mundo, todavía no tengo claro el para qué ni menos el porqué y no sé si me interese. Supongo que todos tenemos algo que hacer aquí, bien o mal da igual. Estamos, por esencia estamos como lo dije en un par de líneas anteriormente. Y pensar que: todo es ahora, todo ocurre en este preciso instante. Siempre. Creo que eso me consuela para tratar de entender lo que quiero entender si es que se puede...

domingo, 27 de marzo de 2011


¿Qué es lo verdaderamente importante?. Busco en mi interior la respuesta y me es tan difícil de encontrar.
Falsas ideas invaden mi mente, acostumbrada a enmascarar lo que no entiende. Aturdida en un mundo de irreales ilusiones, donde la vanidad, el miedo, la riqueza, la violencia, el odio, la indiferencia, se convierten en adorados héroes y no me extraña que exista tanta confusión, tanta lejanía de todo, tanta desilusión. Me preguntas cómo se puede ser feliz, cómo entre tanta mentira puede uno convivir, cada cual es quién se tiene que responder, aunque para mí, aquí, ahora y para siempre: Queda prohibido llorar sin aprender, levantarme un día sin saber qué hacer, tener miedo a mis recuerdos, sentirme sola alguna vez. Queda prohibido no sonreír a los problemas, no luchar por lo que quiero, abandonarlo todo por tener miedo, no convertir en realidad mis sueños. Queda prohibido no demostrarte mi amor, hacer que pagues mis dudas y mi mal humor, inventarme cosas que nunca ocurrieron, recordarte sólo cuando no te tengo. Queda prohibido dejar a mis amigos, no intentar comprender lo que vivimos, llamarles sólo cuando los necesito, no ver que también nosotros somos distintos. Queda prohibido no ser yo ante la gente, fingir ante las personas que no me importan, hacerme la graciosa con tal de que me recuerden, olvidar a todos aquellos que me quieren. Queda prohibido no hacer las cosas por mí misma, no creer en mi dios y hallar mi destino, tener miedo a la vida y a sus castigos, no vivir cada día como si fuera un último suspiro. Queda prohibido echarte de menos sin alegrarme, odiar los momentos que me hicieron quererte, todo porque nuestros caminos han dejado de abrazarse, olvidar nuestro pasado y pagarlo con nuestro presente. Queda prohibido no intentar comprender a las personas, pensar que sus vidas valen más que la mía, no saber que cada uno tiene su camino y su dicha, sentir que con su falta el mundo se termina. Queda prohibido no crear mi historia, dejar de dar las gracias a mi familia por mi vida,  no tener un momento para la gente que me necesita, no comprender que lo que la vida nos da, también nos lo quita. 


Autor: Alfredo Cuervo Barrerro.

martes, 22 de marzo de 2011

No sé cómo contarte que me siento vulnerable, que me siento tan pequeña como una pepita de ají o como un objeto o cosa cualquiera que sólo puede visualizarse por microscopio. Aún te tengo guardado en lo más mínimo de mí memoria. Te guardo allí y no pretendo sacarte por nada. Te extraño a tí: tus besos, tus abrazos, tú sonrisa, tus ojitos de gatito. ¡Extraño todo!, desde los sms como detalle, hasta tus llamadas y tus enojos que te transformaban en un "ser gruñon" que al decir verdad nunca fuiste... Extraño los paseos de kilometros y kilometros, las idas al cine, a McDonald's, las anécdotas y podría seguír.
Me siento agobiada (aunque no sé si esa sea la palabra correcta), atada a manos obligadamente y no quiero. No quiero por nada del mundo seguír con aquello. No me enseñaste a sobrellevar este tipo de situación, o bien lo hiciste sutilmente que ni cuenta me dí, que no sé ni como reaccionar ni como dejar de sentír. Te pienso todo el día y eso parece ser poco, recuerdo absolutamente todo como si fuese ayer y hasta lágrimas caen por mí hoja blanca que en este momento se encuentra por la mitad. No tengo ni la menor idea si escribir como loca me ayude a "solucionar" lo que siento, pero al menos es un apoyo y se me hace más fácil reconocer que las cagué medio a medio porqué esa es la única verdad. Es tanto, tanto lo que siento y no sé donde dejarlo, donde guardarlo y creo habertelo comentado ya. Extraño llamarte "amor", "mi amor", "gatito" y tantos sobrenombres que tenía para tí. Me parece raro no hacerlo ahora, ni menos decir: "Te amo", porqué de alguna u otra forma siento que ya no me corresponde por más que quiera todo lo contrario. Sé que en tí sembré duda y perfecto, lo acepto; pero para serte franca sé que esta separación se ha hecho más fácil para tí que para mí, porqué yo no tengo más argumentos que sentír lo que siento de una manera que llega a ser en demasía y no poder demostrartelo ya y quedarme en ello duele. Duele saber que tú sigues con tú rutina diaria, mientras yo trato pero no puedo. Mí poder de resilencia se me fué a la mierda en menos de un segundo. Esa mujer "fuerte" al parecer nunca lo fué. Tal vez me escudé en eso y últimamente no me ha dado resultado y dudo que me dé. Me falta tanto, más de mí media mitad y ni idea si sientes lo mismo si por una parte sé que piensas que soy lo peor y ni tan así es la cosa. Creo que cinco meses no te da para "juzgarme" ni una cuarta parte, sin embargo para tí los mismos hechos lo avalan...
Escribo mañana, tarde y noche y nisiquiera sé si algún día alcances o quieras leer todas las hojas dedicadas a lo que fuimos, somos y no llegamos a ser. Ya no sé cómo explicarte que no tengo ganas de nada, que las cosas que hago son porqué me corresponden, pero tal rutina diaria me está aburriendo. Antes me despertaba y te enviaba un sms y así durante todo el día, a cada rato; y ahora me despierto con ganas de seguír durmiendo para olvidar o tal vez para encontrarte en mis sueños ilimitadamente, a ver si eso cuenta. Tengo tantas ganas de verte, ya una semana y dos días me parece mucho y para serte franca no sé si pueda aguantar una más y así sucesivamente hasta que se transformen en meses y por ende en años. Todo parece aumentar y de hecho todo aumenta en mí y cada día es más. Si supieras las ganas que tenía anoche de llamarte, de decirte todas estas cosas y no me atreví porque ni los sms que te mando contestas ya y con razones obvias, creo. Me siento estúpida pensando que aún tengo alguna posibilidad, cuando la realidad es otra y la sé. No quiero ser egoísta, pero tampoco sé que fué lo que me hiciste que de la nada llegué a quererte tanto y lo hago hasta el día de hoy en que sólo tú quieres que te olvide y nisiquiera lo intento, porqué me quedo atascada entre un sin fin de recuerdos, de palabras y promesas. Es increíble la forma en que todo me recuerda a tí: lugares, canciones y más y sé que aún así y pese a todo tú debes continuar tú vida y yo la mía, con o sin tí...