Después de un tiempo me decidí a llamarlo, tal vez me quedaban cosas por decirle, por escuchar, porque él dijera. Tenía una esperanza que todo volviera a la normalidad y fuese mucho mejor que antes, pero a pesar de eso nunca fue. No buscaba datos ni saber cómo estaba, ni en qué. Sólo quería recordar, pero con él ahí sin importarme mucho la forma, ni menos el modo.
Luego de casi un mes necesitaba algún tipo de explicación, aunque él no quisiera dármela a mí me hacía falta. Me hacía falta, falta cómo me hace él en estos momentos, pero cómo todo absolutamente todo pasa, no mañana ni pasado pero pasa, me decidí...me decidí a contrarrestar, a responderme y no cuestionarme más aunque fuese la última vez, aunque esta fuese la última llamada. Respiré hondo y sólo marque.
- ¿Aló?.
- ¡Hola!. ¿Cómo estás?.
- Bien, ¿con quién hablo?.
- ¿Ya no reconoces mi voz?. ¿Tan fácil te olvidas de todo?. Igualmente ya no sé si te acuerdas de mí, me dijiste con tanto desdén que ya no me querías, que me olvidarías, que al parecer un mes te bastó y no te culpo. Me llamo Javiera, soy aquella a la cuál solías llamar por: "amor" y después sólo llamaste por su nombre. Soy la persona que aún piensa en tí y tal vez en demasía, que aún te extraña y tal vez ni debería, que vive de recuerdos cómo si fuera ayer, que corre del pasado y el presente la persigue, que piensa en un futuro estancado en el presente y viceversa.
- ¡Ah!. ¿Qué es de tí?.
- Aquí estoy, tratando de estar mejor. Dándole tiempo al tiempo.
- ¿A qué te refieres?. Sabes que no me gusta que hables con claves.
- Me refiero a qué te extraño. ¿Lo encuentras raro?.
- No sé, siempre te hallé rara.
- Lo sé, pero aún así te gustaba mi locura, tal cuál cómo a mí me gustaba tú sonrisa.
- Son incomparable tales cosas.
- ¿Por qué habría de serlo?. Tú sonrisa es parte de tú forma de ser .
- A mí no me gustaba tú forma de ser, nunca la entendí y lo sabes.
- ¡Mientes!, hasta puedo apostar que la extrañas, aunque actúes con tal despotismo. ¿Sabías que yo aún siento cosas y no sé dónde dejarlas?.
- Nunca lo supe. Olvidame y ya, ahí está la solución. Búscate otro pololo, te es fácil.
- ¿Crees que es muy fácil?. Sigues siendo el mismo estúpido de siempre. Llevo días llorándote con los ojos hinchados y que ya duelen. ¿Tenías idea de aquello?.
- ¡No te creo!.
- Ese es tú problema, que eres tan ingenuo e inseguro de tí mismo que nunca crees nada, que eres incapaz de darte cuenta de que lo esencial es invisible a los ojos como dijo El Principito.
- ¿Y por qué será?.
- Eso es independiente, tú más que nadie sabías que no podías dudar de esto porque cada beso, cada abrazo, cada "te amo", cada gesto y mucho más era de verdad. Aquellas cosas no mienten.
- No lo demostraste.
- ¿Qué no lo demostré?. ¿Me vas a decir que en estos seis meses fuiste incapaz de darte cuenta de aquello?. ¡Por dios!, no podía esperar más. Siempre te pedí que fueras capaz de mirar mas allá y no lo hiciste.
- Jajajá, ¿más allá?. Explícate por favor, nunca entendí.
- No hay nada que entender, ¿o sí?. ¿Tanto te cuesta hacerlo?. ¿Tanto miedo tenías?.
- Bueno, filo.
- ¿Filo con qué?. ¿Filo con lo que me hiciste sentir?, ¿Filo con esos días de cine en los cuales hasta las carteleras me llegué a saber de memoria?. ¿Filo con esas conversaciones largas y sin tapujos?. ¿Filo con esas noches en que comprábamos algo de beber y veíamos una película abrazados?. ¿Filo con las noches que pasamos juntos?. ¿Filo con las idas a McDonald's o a un Restaurant Peruano a comer?. ¿Filo con las caminatas por el Parque Forestal, con las cosquillas que te sacaban más de una sonrisa abusada y filo con esos besos tirados en el pasto?. ¿Filo con las veces que tomamos helados en El Emporio La Rosa y las veces que paseamos por el Barrio Lastarria para pasar al Centro Cultural Gabriela Mistral?. ¿Filo con los kilometros y kilometros que recorríamos hacia El Embalse El Yeso para pasar un par de horas ahí?. ¿Filo con lo que vivimos ahí?. ¿Filo con las cosas que pasaron ahí, filo con las champagñes de berries que el agua congelaba y con la espera de tomarlas conversando sentados en una roca hasta que el viento congelara nuestra cara?. ¿Filo con las idas al Cerro San Cristóbal de más de una vez?. ¿Filo con las 3:00 am en Lagunillas?. ¿Filo con lo que fuimos, así muy de la nada?. Podría seguír, pero... ¡Qué cruel eres!.
- ¿Por qué cruel?.
- ¡Lo sabes perfectamente!. Perdona si te llame, tal vez no debí molestarte. Tal vez no debí llamar para contarte que te extraño cómo te dije, que me haces falta, que me gustaba tú sonrisa, tus pestañas, tú carita de gatito, la forma en la que me abrazabas, en la que me besabas, en la que me decías: "te amo", en la que dormías, en la que despertabas, de hablarme, de enojarte, de inmiscuirte en mi hombro para darte besos en el cuello, en que concentrado manejabas el auto, en que me llevabas el desayuno a la cama, en que me decías: "Javi, me voy a duchar" y luego de hacerlo volvías a la cama a abrazarme y a darme un beso, y podría seguir, te juro que podría seguir. Fácilmente podría enumerar todo lo que me gustaba de tí, pero no saco nada. No sé que estoy haciendo, adiós.
Le corte porque me quedé ahí, atosigada con tantas palabras para decir y que en verdad ni sé si las estaba escuchando. Mi teléfono sonó al rato, era él...
- Javi, ¿Es verdad todo lo que me dijiste?.
- ¿Aún lo dudas?. Te quise cómo a nadie, esto me es nuevo y te lo comenté. Me siento vulnerable, pero tampoco quiero que sigas jugando y abusando con eso. Te dije todo lo que tenía que decirte, pero respeto tú decisión hasta hoy y aunque no me guste y tal vez no quiera, te deseo lo mejor. Sé feliz, eso es lo único que me importa y es lo ideal.
- ¡Gracias!.
- De nada, sabía que esto no podía cambiar. Me es raro, pero creo que ya no importa. Adiós.
Le corté nuevamente, y desde ahí jure olvidarle. Trato de hacerlo, pero se me hace inútil. Siempre supe que quería poder amar a alguien, pero jamás pensé hacerlo de esta manera, ni menos con él. Significo tanto, lastima que siempre lo dudo. Sólo me queda decir adiós, porque todo absolutamente todo pasa.
Luego de casi un mes necesitaba algún tipo de explicación, aunque él no quisiera dármela a mí me hacía falta. Me hacía falta, falta cómo me hace él en estos momentos, pero cómo todo absolutamente todo pasa, no mañana ni pasado pero pasa, me decidí...me decidí a contrarrestar, a responderme y no cuestionarme más aunque fuese la última vez, aunque esta fuese la última llamada. Respiré hondo y sólo marque.
- ¿Aló?.
- ¡Hola!. ¿Cómo estás?.
- Bien, ¿con quién hablo?.
- ¿Ya no reconoces mi voz?. ¿Tan fácil te olvidas de todo?. Igualmente ya no sé si te acuerdas de mí, me dijiste con tanto desdén que ya no me querías, que me olvidarías, que al parecer un mes te bastó y no te culpo. Me llamo Javiera, soy aquella a la cuál solías llamar por: "amor" y después sólo llamaste por su nombre. Soy la persona que aún piensa en tí y tal vez en demasía, que aún te extraña y tal vez ni debería, que vive de recuerdos cómo si fuera ayer, que corre del pasado y el presente la persigue, que piensa en un futuro estancado en el presente y viceversa.
- ¡Ah!. ¿Qué es de tí?.
- Aquí estoy, tratando de estar mejor. Dándole tiempo al tiempo.
- ¿A qué te refieres?. Sabes que no me gusta que hables con claves.
- Me refiero a qué te extraño. ¿Lo encuentras raro?.
- No sé, siempre te hallé rara.
- Lo sé, pero aún así te gustaba mi locura, tal cuál cómo a mí me gustaba tú sonrisa.
- Son incomparable tales cosas.
- ¿Por qué habría de serlo?. Tú sonrisa es parte de tú forma de ser .
- A mí no me gustaba tú forma de ser, nunca la entendí y lo sabes.
- ¡Mientes!, hasta puedo apostar que la extrañas, aunque actúes con tal despotismo. ¿Sabías que yo aún siento cosas y no sé dónde dejarlas?.
- Nunca lo supe. Olvidame y ya, ahí está la solución. Búscate otro pololo, te es fácil.
- ¿Crees que es muy fácil?. Sigues siendo el mismo estúpido de siempre. Llevo días llorándote con los ojos hinchados y que ya duelen. ¿Tenías idea de aquello?.
- ¡No te creo!.
- Ese es tú problema, que eres tan ingenuo e inseguro de tí mismo que nunca crees nada, que eres incapaz de darte cuenta de que lo esencial es invisible a los ojos como dijo El Principito.
- ¿Y por qué será?.
- Eso es independiente, tú más que nadie sabías que no podías dudar de esto porque cada beso, cada abrazo, cada "te amo", cada gesto y mucho más era de verdad. Aquellas cosas no mienten.
- No lo demostraste.
- ¿Qué no lo demostré?. ¿Me vas a decir que en estos seis meses fuiste incapaz de darte cuenta de aquello?. ¡Por dios!, no podía esperar más. Siempre te pedí que fueras capaz de mirar mas allá y no lo hiciste.
- Jajajá, ¿más allá?. Explícate por favor, nunca entendí.
- No hay nada que entender, ¿o sí?. ¿Tanto te cuesta hacerlo?. ¿Tanto miedo tenías?.
- Bueno, filo.
- ¿Filo con qué?. ¿Filo con lo que me hiciste sentir?, ¿Filo con esos días de cine en los cuales hasta las carteleras me llegué a saber de memoria?. ¿Filo con esas conversaciones largas y sin tapujos?. ¿Filo con esas noches en que comprábamos algo de beber y veíamos una película abrazados?. ¿Filo con las noches que pasamos juntos?. ¿Filo con las idas a McDonald's o a un Restaurant Peruano a comer?. ¿Filo con las caminatas por el Parque Forestal, con las cosquillas que te sacaban más de una sonrisa abusada y filo con esos besos tirados en el pasto?. ¿Filo con las veces que tomamos helados en El Emporio La Rosa y las veces que paseamos por el Barrio Lastarria para pasar al Centro Cultural Gabriela Mistral?. ¿Filo con los kilometros y kilometros que recorríamos hacia El Embalse El Yeso para pasar un par de horas ahí?. ¿Filo con lo que vivimos ahí?. ¿Filo con las cosas que pasaron ahí, filo con las champagñes de berries que el agua congelaba y con la espera de tomarlas conversando sentados en una roca hasta que el viento congelara nuestra cara?. ¿Filo con las idas al Cerro San Cristóbal de más de una vez?. ¿Filo con las 3:00 am en Lagunillas?. ¿Filo con lo que fuimos, así muy de la nada?. Podría seguír, pero... ¡Qué cruel eres!.
- ¿Por qué cruel?.
- ¡Lo sabes perfectamente!. Perdona si te llame, tal vez no debí molestarte. Tal vez no debí llamar para contarte que te extraño cómo te dije, que me haces falta, que me gustaba tú sonrisa, tus pestañas, tú carita de gatito, la forma en la que me abrazabas, en la que me besabas, en la que me decías: "te amo", en la que dormías, en la que despertabas, de hablarme, de enojarte, de inmiscuirte en mi hombro para darte besos en el cuello, en que concentrado manejabas el auto, en que me llevabas el desayuno a la cama, en que me decías: "Javi, me voy a duchar" y luego de hacerlo volvías a la cama a abrazarme y a darme un beso, y podría seguir, te juro que podría seguir. Fácilmente podría enumerar todo lo que me gustaba de tí, pero no saco nada. No sé que estoy haciendo, adiós.
Le corte porque me quedé ahí, atosigada con tantas palabras para decir y que en verdad ni sé si las estaba escuchando. Mi teléfono sonó al rato, era él...
- Javi, ¿Es verdad todo lo que me dijiste?.
- ¿Aún lo dudas?. Te quise cómo a nadie, esto me es nuevo y te lo comenté. Me siento vulnerable, pero tampoco quiero que sigas jugando y abusando con eso. Te dije todo lo que tenía que decirte, pero respeto tú decisión hasta hoy y aunque no me guste y tal vez no quiera, te deseo lo mejor. Sé feliz, eso es lo único que me importa y es lo ideal.
- ¡Gracias!.
- De nada, sabía que esto no podía cambiar. Me es raro, pero creo que ya no importa. Adiós.
Le corté nuevamente, y desde ahí jure olvidarle. Trato de hacerlo, pero se me hace inútil. Siempre supe que quería poder amar a alguien, pero jamás pensé hacerlo de esta manera, ni menos con él. Significo tanto, lastima que siempre lo dudo. Sólo me queda decir adiós, porque todo absolutamente todo pasa.
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