Rehuí ferozmente el dejarme llevar por el tacto, pero Él quiere que sirva de instrumento, quizás intenta enseñarme sobre lo que busco… Aunque eso es difícil saberlo, en una realidad multi-probable y llena de escondrijos donde las ideas puedan ocultarse mientras Yo, Él y mis manos construimos lo que ferozmente quise, sin darme cuenta que aquí estoy, experimentando.
jueves, 11 de marzo de 2010
Inseguridad qué mata.
-Déjame devolverte la vida-. Así me dijo llámando sutilmente al amor, sin embargo le dije: -Yo ya no puedo amar-. Esa fué mi forma sutil de decirle que los errores se pagan caro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario