Las puertas se quejan de sus umbrales, a través de gente que nunca llegará a destino. Los muebles susurran, a veces hablan. Se quejan del tiempo pasado y del amor que alguna vez fue transparente en sus maderas, sin embargo saben que es un vil cuento del cuál les estoy hablando.
Ola.
ResponderEliminarPrimero que todo mis disculpas por si no permites que comenten tus publicacions. Me gusta lo que escribes, dejan que pensar mucho y tambien uno puede conocerte mas ( suponiendo que lo que escribes es lo que sientes y experimentas )
Mi nombre es Ivan, quisiera crear una pequeña amistad entre noss y pedir tu aprobacion de comentar tus publicaciones como tu las mias.
Llegue a tu blog sabiendo que tmb te gusta Eterno Resplandor de una Mente sin Recuerdo.
Bueno me despido esperando tu opinion